Había una vez una ranita pequeñita, la ranita vivía con su familia en los nenúfares de un lago. La ranita salia cada día con sus otras amigas ranas a nadar por el lago, cunado era la hora de merendar normalmente iban siempre juntas a merendar a un rincón del lago que se habían construido como una casita para pasar el día.
Un día la ranita fue a la casita para merendar con sus amigas. Cuando estuvo allí vio que no había nadie y se sentó a esperar que viniese alguien, los minutos pasaban y no aparecía nadie. La ranita se puso triste y se fue nadando hacia su casa... Cuando llegó a casa su madre le dijo -que tal ha ido con tus amigas? y ella le respondió +no han venido.
Al día siguiente se enteró de que habían ido al parque acuático y no le habían dicho nada, así que ella pensó ''muchos se laman amigo; pocos lo son de verdad''